Diciembre suele ser un mes muy estresante. Las exigencias de las tareas laborales se profundizan en pos de terminar con todo lo pendiente antes de las fiestas y las vacaciones. Los eventos sociales, ya sean obligatorios o electivos, generan una sobrecarga de actividades que incrementan significativamente el estrés y la ansiedad.
Por otro lado, las emociones propias de la época, como la alegría de los reencuentros familiares y la angustia por quienes están lejos o no están, le añaden cierta complejidad a la vorágine de fin de año.
Las frases “no llego” o “no doy más” suelen escucharse con frecuencia. En este contexto, es importante mantener la calma.
A continuación, algunos tips para afrontar lo que queda del año:
• Crear una lista para anotar y ordenar en categorías todos los pendientes.
• Señalar los horarios y objetivos laborales impostergables.
• Agendar los eventos sociales con diferentes prioridades.
• Delegar lo que sea posible para alivianar la carga.
• Sumar a la agenda de actividad física, técnicas de relajación y respiración.
• Mantener horarios de sueño o descanso similares a los cotidianos.
• Ordenar y planificar la alimentación.
• Tomar agua para mantener la hidratación del cuerpo.
• Evitar la conexión permanente con el celular y las redes sociales, ya que su uso excesivo puede aumentar la ansiedad.
Las fiestas son una oportunidad de encuentro con los afectos, de celebrar tradiciones, agradecer, fortalecer los vínculos, reflexionar sobre el año que termina y proyectar lo que está por venir. Se aconseja despejar el agobio y enfocarse en disfrutar el presente.
Si el estrés o la ansiedad afectan tu bienestar, no dudes en consultar con un especialista. Pedir ayuda profesional es una decisión clave para cuidar tu salud mental.
Dra. Liliana Aslanian.
MN. 93180
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